Asegúrate de que la plancha está enchufada a una toma de corriente que funciona y la función de vapor está activada. El control de vapor puede estar en el dial, en el mango o en un botón. Para obtener más información sobre la función de vapor, consulta el manual de usuario. Si tienes problemas para encontrar el manual, descárgalo aquí utilizando el número de modelo de tu producto.
Si el problema continúa, comprueba si puedes resolverlo con una de las siguientes soluciones.
Asegúrate de que la plancha tiene suficiente agua
Puede que no quede suficiente agua en el depósito. Llénalo hasta el nivel MAX.
Comprueba el ajuste de temperatura
La plancha se debe calentar lo suficiente para convertir el agua en vapor. Deja que la plancha se caliente unos minutos antes de utilizarla. Consulta el manual de usuario y asegúrate de utilizar la plancha a un ajuste de temperatura lo suficientemente caliente para la función de vapor. Si tienes problemas para encontrar el manual, descárgalo aquí utilizando el número de modelo de tu producto.
Evita utilizar en exceso la función de vapor
Puede que hayas utilizado la función de vapor con demasiada frecuencia en un periodo de tiempo breve. Sigue planchando en posición horizontal y espera un momento antes de volver a utilizar la función de vapor.
Limpia la suela
Con el tiempo, la cal y la suciedad se pueden acumular en la suela de la plancha, impidiendo que salga vapor.
Para casos más leves, prueba a frotar la plancha con un paño húmedo. Ajusta la plancha a la temperatura más baja y deja que se caliente. Sumerge un paño en un recipiente con agua y escúrrelo. Puedes añadir unas gotas de lavavajillas al recipiente.
Desenchufa el aparato y frota la suela con el paño húmedo para eliminar la suciedad o la cal. Ten cuidado de no tocar la suela con las manos desnudas. Vuelve a enchufar la plancha para dejar que se seque.
Si esto no resulta eficaz, ajusta la plancha a la temperatura máxima y deja que se caliente. Desactiva la función de vapor y desliza la plancha sobre un trozo de papel o papel de cocina para eliminar la suciedad o la cal.
No utilices detergentes o productos de limpieza abrasivos como estropajos metálicos o lana de acero, ya que desgastan la suela de la plancha y pueden provocar arañazos.
Usa la función de autolimpieza
Muchos centros de planchado Beko incluyen una función de autolimpieza para eliminar las partículas de cal que se acumulan con el tiempo. Utiliza esta función cada 2 o 3 semanas. Si el agua del grifo es muy dura o si observas que salen partículas de cal de la suela, utilízala con más frecuencia. De esta forma, se prolongará la vida útil de la plancha.
Rellena la plancha con agua, enciéndela y deja que se caliente. Cuando el piloto indicador del termostato se apague, desenchúfala. Sujeta la plancha sobre el fregadero y sacúdela mientras mantienes pulsado el botón de eliminación de la cal. Continúa hasta que se agote el agua y, a continuación, suelta el botón. Esto puede tardar unos minutos.
Deja que la plancha se enfríe en posición vertical. Limpia la suela con un paño.
Ten en cuenta los problemas técnicos
Si el problema continúa, puede que la plancha tenga un problema técnico. Si sospechas que es así, ponte en contacto con un agente de servicio autorizado.