Comida
Postre
Dificultad
Fácil
Duración
20 min aprox.
Ingredientes
- 750 g. de cerezas
- 4 cucharadas de azúcar moreno
- 2 cucharadas de mantequilla
- Unas gotas de zumo de limón
- Helado cremoso al gusto
Paso a paso
1. Es importante que las cerezas las limpiemos primero muy bien bajo el chorro de agua fría y las escurramos. Cuidadosamente les retiramos el rabito y las vamos colocando en un bol.
2. Cuando tengamos todas, con ayuda de un cuchillo pequeño bien afilado, les hacemos un corte alrededor del hueso, de forma que girándolas ligeramente con ayuda de Las manos, las separemos en dos. Quedará entonces una media cereza, vacía, sin hueso y otra media en la que quedará alojada el hueso entero.
3. Con ayuda del cuchillo, tratamos de retirar el hueso, haciendo una incisión con el cuchillo en toda su vuelta.
4. Vamos colocando las medias cerezas deshuesadas en un bol. Tiene trabajo, pero el resultado merecerá la pena.
5. Poner el azúcar en una sartén antiadherente amplia y volverlo caramelo a fuego suave. Ha de coger un tono dorado y nunca quemarse.
6. En ese momento, añadimos la mantequilla, subimos el fuego e introducimos la fruta, salteándola y meneándola hasta que veamos que se vuelve melosa y se recubre de una fina película brillante.
7. Esta operación la hacemos moviendo la sartén, en ningún momento introduciendo alguna cuchara o tenedor dentro, para no magullar la fruta.
Acabado y presentación
Serán necesarios 20 segundos a fuego muy elevado. Es importante que no estén mucho tiempo al fuego, porque tiene que quedar justo caliente y en ningún caso tomar apariencia de compota o deshacerse.
Antes de retirar de la sartén, añadir las gotas de zumo y repartir las cerezas en varios platos o boles amplios.
Colocar sobre ellas una bola hermosa de helado, que se derretirá y hará las veces de salsa.
¡Listo!