En invierno, la temperatura de la nevera debe mantenerse entre 3°C y 5°C. Mientras tanto, el congelador debe estar a -18°C. Aunque las bajas temperaturas externas pueden ayudar a enfriar los alimentos, es esencial ajustar bien el frigorífico para evitar que trabaje de más y ahorrar energía.
Aquí te explicamos cómo gestionar la temperatura correctamente durante esta época del año para mantener tus alimentos frescos y optimizar el consumo de energía.
Temperatura de la nevera y el congelador en invierno
Cuando llega el invierno, las condiciones externas pueden afectar cómo funciona tu frigorífico. El frío exterior puede influir en su eficiencia, pero es importante no sobreajustar la temperatura solo porque la temperatura ambiente es más baja.
1. La temperatura del frigorífico
En invierno, el frigorífico debe mantenerse entre 3°C y 5°C. Si tienes un frigorífico en una zona fría, como un sótano o un garaje, es tentador bajar aún más la temperatura. Sin embargo, el mantenerlo en este rango de temperatura es ideal para evitar que la máquina trabaje de más o que los alimentos se congelen accidentalmente.
2. La temperatura del congelador
El congelador debe estar ajustado a -18°C todo el año, incluso en invierno. Aunque el frío de la temporada ayuda a reducir la carga de trabajo, es importante mantener esta temperatura para conservar correctamente los alimentos congelados. Un congelador más frío no es necesario, ya que puede causar un mayor consumo de energía.
Temperatura de la nevera en invierno según estos factores
El frío exterior no es el único factor a considerar al ajustar la temperatura de tu nevera. Hay otros elementos que afectan cómo debe ser la configuración ideal.
Factor
| Ajustes recomendados
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Ubicación de la nevera
| Si está en una zona fría, es posible que no necesites ajustar mucho la temperatura.
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Frecuencia de uso
| Si usas menos la nevera en invierno, puedes considerar reducir ligeramente la temperatura, pero siempre dentro del rango recomendado.
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Estado del frigorífico
| Si el aparato no tiene un buen sellado o las juntas están viejas, la temperatura interna podría no ser la misma que la ajustada.
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Ubicación de la nevera
El lugar donde tienes tu frigorífico influye mucho en la temperatura interna. Si el frigorífico está ubicado en un lugar con mucha corriente fría, como un sótano sin calefacción, puede que el aparato no necesite trabajar tanto para mantener la temperatura interna. Sin embargo, es importante que no esté tan frío como para causar que el sistema se sobrecargue, por lo que debes comprobar regularmente la temperatura interna.
Frecuencia de uso
En invierno, solemos hacer menos compras de productos frescos, lo que hace que usemos la nevera con menor frecuencia. Si notas que el frigorífico está casi vacío, puedes reducir ligeramente la temperatura para ahorrar energía. No obstante, es recomendable no bajar la temperatura por debajo de 4°C.
Estado del frigorífico
Asegúrate de que tu nevera esté en buenas condiciones. Si las juntas de las puertas están defectuosas o las bobinas del condensador están sucias, el aparato podría necesitar trabajar más, afectando su rendimiento. Verifica estas condiciones y ajusta la temperatura según las necesidades de tu frigorífico.
Consejos para reducir el consumo de la temperatura de la nevera en invierno
El invierno es el momento perfecto para ajustar algunos hábitos y aprovechar al máximo la eficiencia de tu frigorífico. A continuación, te damos algunos consejos para reducir el consumo de energía y aprovechar el frío exterior.
- Revisa las juntas de las puertas: las juntas deben estar en buen estado para evitar que el aire frío se escape y el frigorífico consuma más energía. Si encuentras que las juntas están desgastadas, es recomendable cambiarlas.
- No sobrecargues la nevera: aunque en invierno compramos menos alimentos frescos, evita meter demasiados productos en la nevera. Esto dificulta la circulación del aire y hace que el aparato trabaje más. Organiza tus alimentos de manera eficiente para mejorar la circulación interna.
- Aprovecha el frío exterior: si tu nevera está en una zona fría y no puede mantener la temperatura interna ideal, considera ajustar el termostato ligeramente. Sin embargo, asegúrate de que no baje demasiado y que los alimentos no se congelen.
- Limpia el frigorífico regularmente: un frigorífico limpio es un frigorífico eficiente. Mantén las bobinas limpias y revisa el compartimento del congelador para evitar que los restos de hielo obstruyan la circulación del aire frío.
- Ajusta el termostato según la carga: si no estás usando la nevera con tanta frecuencia, ajusta el termostato a una temperatura un poco más baja para ahorrar energía.
Aprovecha el frío y optimiza tu frigorífico este invierno
Con pequeños ajustes en la temperatura y algunos cuidados adicionales, podrás mantener tu frigorífico funcionando de manera eficiente durante todo el invierno. Así, no solo ahorrarás energía, sino que también alargarás la vida útil del electrodoméstico.
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