La secadora está menos presente en nuestros hogares que las lavadoras. Y quizás por eso pueden surgir más dudas a la hora de elegir un modelo u otro. Pero en este post te contamos qué tipo de secadora es mejor en función del uso que le vayas a dar. En el catálogo de secadoras Beko, por cierto, encontrarás modelos de todas las tipologías, por lo que te será muy fácil elegir.
Tipos de secadoras
Antes de abordar qué tipo de secadora es mejor para cada usuario, es importante conocer cuáles son las opciones existentes y en qué se diferencian. En la actualidad, se pueden agrupar en tres tipos: de evacuación, de condensación y con bomba de calor.
De evacuación o ventilación
Las secadoras de evacuación, también llamadas de ventilación, son las primeras que incluimos en esta lista porque fueron, precisamente, las primeras en surgir. Además, son las de funcionamiento más básico: toman aire del exterior, lo someten a un proceso de calentamiento mediante resistencias eléctricas y lo introducen al tambor del electrodoméstico, donde se sitúa la ropa húmeda. Como resultado de ello, el aire del interior del tambor se carga de humedad y es expulsado hacia el exterior por otro conducto.
De condensación
Las secadoras de condensación se pueden considerar una evolución de las de evacuación o ventilación. Al igual que ellas, se encargan de calentar el aire enviado al tambor del electrodoméstico por medio de unas resistencias eléctricas. Sin embargo, el aire húmedo resultante no es expulsado de nuevo al exterior, sino que mediante un sofisticado intercambiador refrigerador, ese aire se vuelve a enfriar, provocando la condensación de agua, que queda almacenada en un depósito interno. Además, el aire empleado en ese proceso vuelve a utilizarse: se calienta de nuevo y se envía otra vez al tambor, reiniciando el ciclo.
Con bomba de calor
Las secadoras con bomba de calor son las más avanzadas en la actualidad. Aunque también se basan en un ciclo cerrado sin necesidad de evacuación, se diferencian de los modelos de condensación en que no utilizan resistencias eléctricas para calentar el aire que se envía al tambor. En cambio, utilizan un sistema parecido al de un aire acondicionado, mediante calentador y líquido refrigerante. La gran ventaja de este sistema es el menor consumo de energía, pues este tipo de bombas de calor son más eficientes que las resistencias eléctricas.
Qué tipo de secadora es mejor en cada caso
Ahora que ya conoces sus diferencias de funcionamiento, querrás saber qué tipo de secadora es mejor para cada caso. Y como ocurre con cualquier otro electrodoméstico, todo depende del uso que se le vaya a dar y de las expectativas de cada usuario.
De manera general, se puede decir que el tipo de secadora mejor valorado es el de bomba de calor, puesto que consume menos energía y se puede colocar en cualquier lugar de la casa, gracias a que no necesita evacuar al exterior el aire caliente. Sí cuenta con un depósito que se va llenando de agua durante el proceso de condensación y que se puede vaciar tras cada uso o de manera periódica. En cambio, debes tener en cuenta que el precio de esta tipología suele ser más elevado y la duración del ciclo es algo mayor que la de los modelos de resistencias eléctricas. Por tanto, las secadoras con bomba de calor son recomendables para usuarios con altas expectativas de calidad y ahorro energético, para utilizar en su vivienda habitual.
En el extremo opuesto están las secadoras de evacuación o ventilación: son las más económicas, pero hay que tener en cuenta que son los modelos con etiqueta energética más modesta y que necesitan colocarse en un lugar que permita evacuar el aire caliente al exterior. Por ello, puede ser una opción interesante para viviendas con estas características, con un uso ocasional, como por ejemplo en segundas residencias.
En cambio, los modelos de condensación se pueden considerar una opción intermedia, en todos los sentidos: son más baratas que las de bomba de calor pero menos que las de evacuación, y más eficientes que estas últimas pero no tanto como las primeras. Y para suerte del usuario, se pueden colocar en cualquier lugar de la casa, pues tampoco necesitan evacuación.
Otras características a tener en cuenta
Para decidir qué tipo de secadora es mejor, no solo debes fijarte en su funcionamiento, puesto que dentro de cada tipología hay modelos con diferentes características a tener en cuenta. A continuación te mostramos algunos factores que no debes pasar por alto a la hora de elegir tu opción ideal.
Capacidad de carga
El tipo de secadora no influye demasiado en la capacidad de carga del aparato. Por lo general, hay secadoras de entre 6 kg y 9 kg para uso doméstico. Lo ideal es que tu lavadora y tu secadora estén en sintonía en este punto.
Etiqueta energética
Esta cuestión, como decíamos, sí está muy relacionada con el tipo de secadora. Lo más habitual es encontrar etiquetas de eficiencia A solo en los modelos con bomba de calor. Además, cada modelo puede tener determinadas mejoras que eleven la etiqueta hasta A+++, como ocurre en algunos casos de Beko.
Programas para el usuario
Los mejores modelos de secadora suelen ofrecen un buen abanico de programas para el usuario. Desde el secado rápido a programas orientados a un tipo de tejido concreto, que determinará factores como la temperatura o la velocidad del tambor. Otra funcionalidad interesante, relacionada con la eficiencia energética, es la posibilidad de programar el inicio y el fin a determinadas horas, lo cual te permitirá usar la secadora en horario ‘valle’.
Tecnologías de cuidado de la ropa
Marcas innovadoras como Beko desarrollan tecnologías propias para mejorar la efectividad del secado y, al mismo tiempo, proteger la ropa y al usuario. Así ocurre con HygieneShield UV, presente en algunos modelos: mediante rayos UV, elimina el 99% de bacterias y virus. Consulta las tecnologías que incorpora cada opción y valora si te serán útiles.
Ruido
Por último, el nivel de ruido es otro factor que influye en la valoración de qué tipo de secadora es mejor. Sobre todo, para aquellos usuarios que viven en un bloque de vecinos y no desean causar molestias, o bien para aquellos que priorizan la silenciosidad por encima de todo.