Según investigaciones, aproximadamente el 50% del consumo energético doméstico se produce en la cocina. Por ejemplo, los frigoríficos funcionan las 24 horas del día, los 365 días del año. Además, usamos placas de cocción, hornos y lavavajillas al menos una vez al día.
Pero, ¿cómo ahorrar energía? Actuando de forma más consciente en el uso de electrodomésticos, es posible reducir el consumo de energía, y por tanto la factura de la luz.
A continuación damos algunos consejos que te ayudarán a conseguirlo:
Prestar atención al consumo energético de los electrodomésticos
En el momento de decidir qué electrodomésticos de cocina comprar, una de las características que debes prestar atención es la cantidad de energía que consumen. Un truco para ahorrar en energía, antes de adquirir tu electrodoméstico es comparar en qué clase energética está categorizado, pero la realidad es que la clase más alta es la más eficiente.
Reducir el tiempo de cocción
Optar por recetas que requieren un tiempo corto de cocción es otra de las claves para el ahorro energético. Otro truco para reducir los tiempos de cocción es cortar la comida en trozos pequeños de antemano; será más fácil cocinarlos, por consiguiente también se acortará el tiempo de cocción.
Mantener el frigorífico lo más lleno posible
Cuanto más lleno (en su capacidad) esté el frigorífico, menos energía usará para enfriarse. Sin embargo, es esencial hacerlo sin obstruir las rejillas de ventilación.
Es decir, si éste está 2/3 lleno, la cantidad de aire que escapará al abrir la puerta disminuirá. Esto significa que la energía que usará la nevera para enfriar el aire nuevo será menor. Además, cuanto menos se abra la puerta, mejor, ya que cada vez que se abre se pierde el frío y el frigorífico tiene que realizar un sobreesfuerzo para mantener la temperatura
Aprender a usar tu lavavajillas correctamente
Accionar y poner un lavavajillas a media carga puede ser un error que se comente en muchos hogares, ¿cómo solucionarlo? Esperando a que el lavavajillas esté lleno para iniciar el programa de limpieza, con ello se ahorra tiempos y lavados, y por consiguiente también se conseguirá ahorrar energía.
Pero no todo queda ahí, saber en qué lugar colocar la vajilla, así cómo los utensilios de cocina y la cubertería puede ser otro factor clave para el ahorro energético a través de los electrodomésticos. En otras palabras, la optimización de esta situación permitirá al lavavajillas limpiar correctamente, y no sobre forzarlo.