Paso a paso

1. Encender el horno 180ºC.

2. Pelar las berenjenas con ayuda de un cuchillo bien afilado y cortarlas sobre la tabla en rodajas de grosor mediano.

3. Mientras, arrimar una sartén antiadherente al fuego y con unas gotas de aceite de oliva, dorarlas por ambos lados, salpimentándolas generosamente.

4. Conforme las vamos dorando, las retiramos a una bandeja para poder seguir dorando más, pues es importante no amontonarlas y hacerlas de a pocos.

5. Majar en un mortero los piñones, los dientes de ajo pelados y un pellizco de sal.

6. Separar los tallos de las hojas de albahaca y picar los tallos finamente con un cuchillo.

7. Reservar las hojas de albahaca para montar más tarde la lasaña.

8. En una sartén, sofreír el majado con una pizca de aceite de oliva y dar unas vueltas sin que se queme, a fuego suave, para que se concentre el sabor.

9. Entonces, añadir los tallos de albahaca, dar unas vueltas y verter la salsa de tomate.

10. Hervirla muy suavemente para que concentre el sabor y se empape de gusto.

11. Colocar en el fondo de una fuente rectangular de horno un tercio de la salsa recién hecha de tomate.

12. Sobre la salsa, apoyar las láminas de pasta precocidas.

13. A continuación, cubrir con una tercera parte de las berenjenas salteadas, llenando bien los huecos.

14. Luego, cubrir la berenjena con otra tercera parte de la cantidad total de queso ricota y terminar con otra tercera parte de las hojas de albahaca reservadas con anterioridad.

15. Rociar con un chorrete de aceite de oliva virgen extra y seguir dos pisos más de tomate, pasta, berenjenas, queso, hojas de albahaca y aceite de oliva virgen extra.

16. Así, hasta completar la lasaña, que deberá terminarse con capa de tomate.

17. Espolvorear el queso parmesano por la superficie y hornear la lasaña durante 35 minutos. Es importante que la lasaña pase al menos media hora en el horno para que la pasta precocida se hidrate.

18. Una vez dorada, retirarla del horno y dejarla reposar al menos veinte minutos antes de comer

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¡Listo!