Si tu lavavajillas no calienta el agua correctamente, puede ser por varios motivos. Los problemas más comunes suelen estar relacionados con componentes como la resistencia, el termostato, la placa de control, o incluso acumulación de residuos en el sistema. Este fallo afecta la eficiencia del lavado, ya que el agua caliente es crucial para eliminar grasa y restos de comida. En este artículo, te explicamos las causas más frecuentes y cómo solucionarlas.
Causas por las que el lavavajillas no calienta el agua
Existen varias razones que pueden explicar por qué el agua no se calienta adecuadamente en tu lavavajillas. Estos problemas pueden variar desde fallos en piezas como la resistencia o el termostato, hasta acumulación de residuos que obstruyen el sistema de calefacción. Aquí te explicamos las causas más frecuentes para que puedas identificar cuál podría ser la que afecta a tu lavavajillas.
1. Resistencia del lavavajillas dañada
La resistencia es uno de los componentes más importantes de un lavavajillas cuando se trata de calentar el agua. Si esta parte se daña o deja de funcionar correctamente, el agua no alcanzará la temperatura necesaria para realizar un lavado efectivo.
El problema puede aparecer cuando abres el lavavajillas al final del ciclo y encuentras los platos mojados pero fríos, lo que indica que el agua no se ha calentado como debería. Una resistencia dañada generalmente puede ser identificada con una prueba de continuidad utilizando un multímetro. Si no hay continuidad, significa que la resistencia está defectuosa y debe ser reemplazada.
2. Termostato defectuoso
El termostato regula la temperatura del agua dentro del lavavajillas. Si este componente no funciona correctamente, no se enviará la señal correcta para que la resistencia se active, lo que significa que el agua no se calentará lo suficiente.
Un termostato defectuoso puede ser la razón de un lavavajillas que no calienta el agua correctamente. Como el termostato controla la temperatura, si se desajusta o se daña, el lavavajillas no podrá alcanzar la temperatura deseada. Para verificar si el termostato está funcionando correctamente, se puede realizar una prueba de continuidad con un multímetro. Si el termostato no pasa la prueba, será necesario reemplazarlo.
3. Placa de control defectuosa
La placa de control es el “cerebro” del lavavajillas. Este componente electrónico es el encargado de coordinar todos los procesos dentro del lavavajillas, incluido el control de la resistencia y el termostato. Si la placa de control falla, no podrá enviar las señales necesarias a los componentes del lavavajillas, lo que puede resultar en un mal funcionamiento, como la falta de calentamiento del agua.
A veces, el problema con la placa de control puede ser evidente si el lavavajillas no responde a las órdenes o si muestra errores en su pantalla. Si sospechas que este es el problema, la mejor opción es contactar con un técnico especializado para que revise y repare la placa.
Si además notas que el lavavajillas no está limpiando bien los platos, puede ser un indicio de que la placa de control está afectando tanto la calefacción como el proceso de lavado en general.
4. Obstrucción o acumulación de residuos en el sistema de calefacción
Otra causa de que el lavavajillas no caliente el agua correctamente es la acumulación de residuos de cal, grasa o detergente dentro del sistema de calefacción. Estos residuos pueden obstruir la resistencia o el termostato, impidiendo que estos componentes funcionen adecuadamente.
La acumulación de residuos en el sistema de calefacción también puede generar ruidos extraños o hacer que el lavavajillas tarde más tiempo en completar el ciclo. Para solucionar esto, es importante limpiar regularmente el lavavajillas, utilizando productos descalcificantes o limpiadores específicos para electrodomésticos. Esto ayudará a eliminar la acumulación de residuos y permitirá que el sistema de calefacción funcione correctamente.
Si no estás seguro de cómo hacerlo, puedes leer nuestro artículo sobre para qué sirve la sal en el lavavajillas, ya que la sal puede ayudar a prevenir la acumulación de cal en el sistema.
5. Fugas de agua
Si el lavavajillas tiene fugas de agua, puede ser que el agua no llegue a las partes donde debería calentarse. Esto es especialmente problemático si las fugas ocurren en las mangueras o en las conexiones internas del aparato. Las fugas pueden hacer que el lavavajillas no reciba suficiente agua, o que el agua se filtre antes de alcanzar la temperatura necesaria.
Revisa las mangueras y conexiones para asegurarte de que no haya fugas. Si encuentras alguna, repárala o reemplaza la pieza dañada para asegurarte de que el lavavajillas reciba el agua necesaria para calentarla.
¿Cómo saber si el lavavajillas no calienta el agua?
Existen varias señales que indican que tu lavavajillas podría no estar calentando el agua correctamente. Identificar estos signos te ayudará a tomar las medidas adecuadas para solucionar el problema rápidamente.
Señales de que el lavavajillas no calienta el agua:
Platos fríos al final del ciclo: si abres el lavavajillas al final del ciclo y los platos están fríos al tacto, es una clara señal de que el agua no se calentó adecuadamente durante el lavado.
Grasa o residuos visibles: si al final del ciclo, los platos, vasos o utensilios tienen restos de grasa o alimentos, significa que el agua no alcanzó la temperatura necesaria para eliminar estos residuos.
Ciclo de lavado largo: si el ciclo de lavado parece durar más de lo habitual, esto puede ser una indicación de que el agua no se calienta de manera eficiente, lo que obliga al lavavajillas a extender el ciclo.
Cómo hacer una prueba básica:
Una forma fácil de verificar si el lavavajillas calienta el agua es abrir la puerta al final del ciclo y sentir la temperatura del agua. Si está fría, entonces el lavavajillas no está calentando el agua correctamente. También puedes tocar la parte inferior del lavavajillas, donde normalmente se acumula el agua residual. Si esa parte está fría al tacto, es una señal clara de que el sistema de calefacción no está funcionando.
¿Se puede usar el lavavajillas si no calienta el agua?
Aunque puedes seguir utilizando el lavavajillas si no calienta el agua, los resultados de limpieza serán deficientes. El agua caliente es fundamental para desinfectar, eliminar grasa y asegurar que los platos queden realmente limpios. Si el agua no se calienta, los platos no se limpiarán correctamente, y podría ser necesario hacer una segunda ronda de lavado a mano.
Usar el lavavajillas sin que caliente el agua de manera adecuada puede hacer que los componentes se desgasten más rápido debido a la ineficiencia del proceso. Es recomendable no usar el lavavajillas sin esta función de calefacción y, en su lugar, realizar las reparaciones necesarias lo antes posible.
¿Necesitas un lavavajillas nuevo?
Si después de revisar las causas y posibles soluciones el problema persiste, o si las reparaciones necesarias son demasiado costosas, puede ser el momento de considerar la compra de un nuevo lavavajillas. Si tu lavavajillas ya tiene varios años y está presentando múltiples fallos, la inversión en uno nuevo podría ser una opción más económica a largo plazo.
Si estás buscando un lavavajillas eficiente, con opciones de ahorro de energía y que te de una limpieza impecable, puedes visitar nuestros lavavajillas Beko. Con tecnologías avanzadas y un rendimiento de alta calidad, nuestros lavavajillas te aseguran una limpieza eficaz y un uso cómodo para tu día a día.

